terça-feira, 3 de dezembro de 2013


Dios mío, yo no soy digno de poder experimentar tu presencia, pero creo en tu misericordia y espero con ansía encontrarme Contigo en esta oración. Necesito de tu gracia para poder crecer en la fe, en la esperanza y en el amor. Señor, ¡enséñame a orar!

► Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 8,5-11

"En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un oficial romano y le dijo: «Señor, tengo en mi casa un criado que está en cama, paralítico y sufre mucho». Él le contestó: «Voy a curarlo». Pero el oficial le replicó: «Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa; con que digas una sola palabra, mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; cuando le digo a uno: “¡Ve!”, él va; al otro: “¡Ven!” y viene; a mi criado: “¡Haz esto!”, y lo hace». Al oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los que lo seguían: «Yo les aseguro que en ningún israelita he hallado una fe tan grande. Les aseguro que muchos vendrán de Oriente y de Occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el Reino de los cielos." Palabra del Señor.

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