segunda-feira, 29 de abril de 2013


Emanuel Araújo:Ministerio de Liturgia:EMANUEL ARAUJO CRISTAO GARANHUNS
Un maestro quería enseñarles una lección especial a sus alumnos, y para ello les dio la oportunidad de escoger entre tres exámenes: uno de cincuenta preguntas, uno de cuarenta y uno de treinta.
A los que escogieron el de treinta les puso una "C", sin importar que hubieran contestado correctamente todas las preguntas.
A los que escogieron el de cuarenta les puso una "B", aun cuando más de la mitad de las respuestas estuvieran mal. Y a los que escogieron el de cincuenta les puso una "A", aunque se hubieran equivocado en casi todas.
Como los estudiantes no entendían nada, el maestro les explicó: "Queridos alumnos: permítanme decirles que yo no estaba examinando su conocimiento sino su voluntad de apuntar a lo alto".
Nuestra meta como seres humanos debe ser siempre ¡apuntar a lo alto!, no solamente en nuestros proyectos de vida tales como profesión, estudios, negocios etc., sino también fijarnos la meta en aquello que tiene aún más valor.
Extraído del libro “La culpa es de la vaca”
de Jaime Lopera Gutiérrez y Martha Inés Bernal Trujillo (Compiladores).
Pequeñas Semillitas

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