Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre,
el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
para el perdón de nuestros pecados
y los del mundo entero.
Por los méritos de su dolorosa pasión y de las
penas del Inmaculado Corazón de María
el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
para el perdón de nuestros pecados
y los del mundo entero.
Por los méritos de su dolorosa pasión y de las
penas del Inmaculado Corazón de María
Por los méritos de su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María ten piedad de todos los que están agonizando en este momento, concédeles el arrepentimiento y que vuelvan a Ti.
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