quinta-feira, 27 de fevereiro de 2014


Salmo 49(48),14-15ab.15cd-16.17-18.19-20.
Hacia allá van los que en sí confían,
ese será el fin de los que les gusta escucharse.
Abajo cual rebaño la muerte los reúne,
los pastorea y les impone su ley.

Son como un espectro desvaído
que a la mañana vuelve su casa abajo.
Pero a mí Dios me rescatará,
y me sacará de las garras de la muerte.

No temas cuando el hombre se enriquece,
cuando aumenta la fama de su casa.
Nada podrá llevar a su muerte,
ni su riqueza podrá bajar con él.

Su alma, que siempre en vida bendecía:
«Te alaban, porque te has tratado bien»,
irá a unirse con la raza de sus padres,
que jamás volverán a ver la luz.

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