
• Mi amada hija, hoy Mi voz, se hace potente, para decir a tus hermanos: No estéis despreocupados, sino atentos a la Madre, que desde este lugar de la tierra, no ignora a sus hijos. Os traigo el remedio para combatir el mal que os aqueja, en estos momentos de extremo peligro para vuestras almas: La oración. En efecto; las tinieblas y todo acto maligno, será vencido con la oración. Permaneced en oración y seréis Auxiliados. Gloria al Salvador. Predícalo. (Mensaje 1541)
• Digo a mis hijos: Vosotros, los que me escucháis, comenzad a conocer al Señor, y profundizad en tal conocimiento. Adquiridlo junto a Mi, ya que nadie conoce al Hijo como la Madre, y nadie ama al Hijo, como lo ama la Madre. Tened la seguridad que esta Arca contiene la Sabiduría necesaria; id a Ella. Aleluia. Predica hija, abiertamente.
Enseguida siento necesidad de escribir:
Madre bendita de Dios, concede a tus hijos, la fortaleza y el calor de tus manos bienhechoras. Danos el Amor que tu Corazón ansioso quiere darnos, danos la Luz que del Señor recibes y la humildad que siempre le entregaste. Eres Esperanza y Bienestar del alma; Contigo gozaremos de paz siguiéndote viviremos amándote llegaremos a Dios. (Mensaje 1182)
• Hija: Extiendo hoy Mi Manto, abro mis brazos para recibir, a los que no vacilan en escucharme, a los que han comenzado a ver en medio de la oscuridad que los rodeaba. El Señor, esparcirá Su bendición, donde haya un sincero arrepentimiento. Despunta ya un nuevo día. Gloria al Señor. (Mensaje 1204)
(El Libro “Mensajes de María del Rosario de San Nicolás”; se puede comprar en la librería del Movimiento Mariano del Santuario de la Virgen de San Nicolás)
• Digo a mis hijos: Vosotros, los que me escucháis, comenzad a conocer al Señor, y profundizad en tal conocimiento. Adquiridlo junto a Mi, ya que nadie conoce al Hijo como la Madre, y nadie ama al Hijo, como lo ama la Madre. Tened la seguridad que esta Arca contiene la Sabiduría necesaria; id a Ella. Aleluia. Predica hija, abiertamente.
Enseguida siento necesidad de escribir:
Madre bendita de Dios, concede a tus hijos, la fortaleza y el calor de tus manos bienhechoras. Danos el Amor que tu Corazón ansioso quiere darnos, danos la Luz que del Señor recibes y la humildad que siempre le entregaste. Eres Esperanza y Bienestar del alma; Contigo gozaremos de paz siguiéndote viviremos amándote llegaremos a Dios. (Mensaje 1182)
• Hija: Extiendo hoy Mi Manto, abro mis brazos para recibir, a los que no vacilan en escucharme, a los que han comenzado a ver en medio de la oscuridad que los rodeaba. El Señor, esparcirá Su bendición, donde haya un sincero arrepentimiento. Despunta ya un nuevo día. Gloria al Señor. (Mensaje 1204)
(El Libro “Mensajes de María del Rosario de San Nicolás”; se puede comprar en la librería del Movimiento Mariano del Santuario de la Virgen de San Nicolás)

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